martes, 11 de agosto de 2015

Aprendiendo a volar

Normalmente, la mayoría de mis pequeñas narraciones en este blog están relacionadas con el mundo de la bici y más concretamente del mountain bike. Hoy no voy a hablar de esto, sino de algo más personal.

La suerte o la desgracia, según se mire, de que este blog lo lea tan poca gente, es que me puedo permitir el lujo de escribir algún que otro pensamiento íntimo con la tranquilidad de que igual no lo va a leer nadie  y de paso, me va a servir de desahogo, según dicen los expertos en materia gris.

El caso es que mi situación familiar, que llevaba un tiempo en crisis, como la economía, finalmente ha acabado explotando y eso conlleva a que mi vida, tal y como la he conocido durante un buen puñado de años, va a dar - de hecho ya lo está haciendo -, un giro tremendo, brutal y la adaptación a los nuevos tiempos y cambios no me resulta muy fácil, la verdad.

Muchas veces cuando una situación no funciona, tendemos o bien a buscar soluciones o bien nos adaptamos y la sobrellevamos como podemos. Siempre he sido más partidario de la primera de las opciones, pero en este caso no ha sido así, pese a mis intentos por arreglar una situación que llevaba tiempo sin pasar por sus mejores momentos; quizás he tenido como una venda en los ojos que me ha impedido ver la realidad de las cosas y cuando he querido darme cuenta ya ha sido demasiado tarde. La cuestión es que vuelvo a estar como hace un buen puñado de años, pero bastante más mayor y con el hándicap de tener un hijo que no quiero que sufra lo más mínimo por este cambio en nuestras vidas.

Ahora toca empezar, buscar nuevo nido, pero para eso hay que desprenderse del actual y los tiempos no invitan mucho a que esto se haga de forma rápida y eficiente, con lo que es otro muro que habré de saltar y ahora mismo mis alas son como las de un polluelo que al mínimo intento se va al suelo.

Mi moral anda tocada, muy tocada; escrito esto y siento como un nudo en la garganta y creo que de momento no puedo continuar. 

Bien, acabo de entrar unos días después aquí y éste es mi segundo intento por intentar acabar esta entrada y, afortunadamente, estoy un poco más animado...no me queda otra...el deporte ayuda, quien me iba a decir que nadar me iba a servir de tanto; ahora hago poca bici, pero sí mucha natación, que me relaja y anima.

Estos días he contactado con compañeros, amigos de los pedales, conocidos....pero te das cuenta que la inmensa mayoría - es normal -, tiene su vida hecha y sus propias rutinas y no me apetece ser el típico "pesao" para nadie, del que huye la gente nada más verle.

Una antigua amiga me dijo una frase hace algunos años: "la gente está muy sola, Claudio" y ahora compruebo con rotundidad la certeza de esa frase; me encuentro en una soledad que no busco, no elegida y ahora mismo no sé a qué puertas llamar; sé que es cuestión de tiempo, pero en esta situación el tiempo pasa muy, muy lento y las noches se me hacen eternas, duermo poco y mal, pese al frío del aire acondicionado. 

Siempre he presumido de ser independiente y de hecho disfruto con mis rutas btt en solitario, pero eso es distinto...es elegido; cuando te viene impuesto y con el añadido de un cambio radical en tu vida, parece que el mundo te ahoga y solo ves puertas cerradas a tu alrededor.

Creo que termino aquí; lo cierto es que escribir es un pequeño desahogo. Sólo espero que esto no lo lea nadie y no por mí, sino porque tampoco quiero dar malas noticias ni malos rollos a nadie, cuando normalmente las rutas de btt que subo transmiten sentimiento, pasión y alegría.

Pese a que este es mi pequeño refugio, mi blog, al ser un sitio público, ya me anticipo y pido disculpas por si alguien se siente molesto por esta historia en lugar del detalle de una ruta btt; no soy perfecto ni mucho menos y estoy moralmente muy afectado, me siento muy solo y ahora mismo me asombra comprobar que pueda ser capaz de hacer públicos pensamientos tan profundos, pero a algo me tengo que agarrar y no quiero ahogar mis penas en el alcohol, como suele hacer alguna gente que no sabe a dónde acudir.

No sigo más. Espero que la próxima vez pueda mostrar algo más de optimismo.

Me sigue extrañando esta forma de actuar mía hoy, pero sí, lo voy a publicar...quizás espero que algo bueno pueda ocurrir, pero, también soy muy ingenuo.


Un saludo.
 

2 comentarios:

  1. Apreciado Claudio siento que te encuentres en esta situación tan delicada, sólo decirte que aquí tienes un amigo que también pase un lance como el tuyo y que como verás ha salido adelante con todo lo malo y bueno que ello conlleva. Un abrazo muy grande y te deseo lo mejor para bien tuyo y de todos los que quieres.
    Pep.

    ResponderEliminar
  2. Vaya tela amigo. La esencia del blog es constituir nuestro cuaderno de bitácora sin más pretensión que la expresión, sin obligaciones ni ataduras.
    El público somos los que somos y de vez en cuando nos vemos reflejados en vivencias, otras veces las vemos lejanas y en ocasiones bien nos gustaría estar en la piel del otro.
    Que te ha tocado la china bien lo parece y de ello nadie estamos libres. Por mi trabajo, mi forma de ser y experiencia laboral en la calle donde he visto y sufrido y también he disfrutado vivencias únicas, te puedo asegurar que es cierto que estamos solos, lo malo es sentirse solo pues el que mejor nos puede ayudar somos nosotros mismos (se aceptan consejos y sugerencias hasta en los peores momentos, pero que los que quieren ayudar no se pongan pesados).
    Decirte poco, pues del don de la palabra estás armado y utilizas las justas con moderación, aunque en este caso has comenzado de modo indirecto, acercándote finalmente a la esencia del problema. Bien tú sabes de tu vida y de lo que te puede esperar.
    En mi caso sabes que solo te puedo ofrecer una buena ruta en bicicleta con su bocadillo, cerveza y café al que yo invito. Rutas sabes que tengo unas cuantas y si te animas y te queda para combustible (que ha bajado de precio), una por Chinchilla podemos hacer para que pases una buena mañana y tengas imborrables recuerdos de una gran mañana de bicicleta para mucho tiempo. Te emplazo el día de agosto que quieras y yo pueda; deberás madrugar mucho y estar en el restaurante el Peñón nada más dejar la autovía para tomar un buen café a eso de las 06,40.
    La ruta será un recorrido cargado de sendas e historia por el pueblo, los montes y los alrededores. El almuerzo será a eso de las 10,00.
    De 10.40 a 12,40 seguimos y terminamos la ruta. Una cerveza y vuelves a casa. Paras en el Villar de Chinchilla, dirección Alicante y por 10 euros con café te pides de segundo ineludiblemente las chuletas de cordero con patatas y de postre el pan de calatrava que tan bueno hacen. Tienes la opción de continuar y cuarenta minutos más tarde comer como un señor en el bar que pega a la gasolinera Xirau que por otros 10 euros, comerás la buena cocina casera de la que bien pueden presumir.
    Ya por la tarde te echas una buena siesta y lo que te quede por terminar el día pues bien te aseguro que no habrás perdido el tiempo.

    Así sea y ya me cuentas y si alguien que por acá se asome y se quiera apuntar, que sepa que a las 06,40 tomando café estaremos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar